LA PROFECÍA NUCLEAR DE KUROSAWA


Gustavo Fernández Colón

El sexto de los "Sueños" de Kurosawa
Hace poco volví a ver la película "Sueños" de Akira Kurosawa. Fue escalofriante repasar las escenas de la pesadilla donde, detrás del monte Fuji, se produce el estallido de seis reactores nucleares. Las multitudes huyen despavoridas y caen al mar desde un acantilado, ahogándose irremediablemente. Unos pocos se lamentan de la falsa promesa de que las centrales nucleares serían seguras y no implicarían peligro para la humanidad. Comentan que Japón es una isla tan pequeña que no hay ningún lugar a dónde huir. Ni siquiera los delfines, por más que se alejen nadando de la orilla, podrán salvarse del efecto letal de la radiactividad. Las nubes coloreadas de cesio, estroncio y plutonio, causantes de cáncer y malformaciones congénitas, inundan un paisaje desolado por la devastación.

Esta película fue estrenada en 1990. Se dice que el guión fue elaborado a partir de una serie de sueños tenidos por Kurosawa. Habida cuenta que el complejo atómico de Fukushima casualmente tiene 6 reactores, que decenas de miles se ahogaron tras el reciente tsunami y que 11.500 toneladas de aguas radiactivas de la central accidentada están siendo arrojadas al Océano Pacífico, no cabe duda de que al menos este sueño de Kurosawa fue profético.

Ojalá no tenga carácter premonitorio el penúltimo de ellos, donde un puñado de mutantes humanoides que gritan adoloridos por los efectos de la radiación, son los únicos sobrevivientes de una guerra nuclear global.

Por fortuna, el último sueño es hermoso y esperanzador. Se trata de una aldea donde una pequeña comunidad humana vive en armonía con la naturaleza, sin luz eléctrica ni artefactos tecnológicos demasiado complicados, utilizando molinos de agua para producir la poca energía que necesitan para vivir en paz y disfrutar juntos de una existencia plena.

Junto con nuestros sentimientos de solidaridad con el sufrido pueblo de Japón, valga esta nota para expresar también nuestra complacencia por la sabia decisión tomada por el presidente Chávez de congelar los planes de construcción de una central atómica en Venezuela. Ojalá esta medida temporal se convierta en una determinación definitiva, que nos garantice a todos los venezolanos la posibilidad de vivir en un país libre de los riesgos letales de las centrales núcleo-eléctricas.

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